La Isla del Rendimiento
¿Puede una isla convertirse en símbolo del rendimiento?
Dicen que cada loco con su tema, y en Orizon el tema es el rendimiento. Tanto, que hemos convertido a mayo en el mes mundial del rendimiento. ¿Por qué? Pues porque ha sido mayo el mes elegido para llegar a las playas de Tabarca y plantar nuestra bandera, rebautizando a esta ínsula como la Isla del Rendimiento.
Nuestro encuentro no pretende pecar de grandilocuente ni tampoco contamos con escenarios con luces, pero sí compartimos mesa al borde del mar en algún merendero que otro y conversaciones con los medios de comunicación y nuestros clientes que, sin duda, dejan poso.
La Isla del Rendimiento es, en el fondo, como esas empresas que han sabido meter este concepto en su ADN convirtiéndose, como Orizon, en islas en medio del ruido. No se trata de discursos encorsetados ni de cifras que marean, sino de compartir con naturalidad, de escucharse sin prisas, de dejar que las ideas fluyan como debería fluir la tecnología: sin fricción, sin cuellos de botella. Porque al final, el rendimiento bien entendido se parece mucho a estas jornadas: sencillo, constante, eficaz… y con vistas al mar.
Y como todo lo que se repite acaba creando hábito —y a veces hasta historia—, lo que empezó casi por casualidad, ya va por su tercera edición y los participantes todos los años nos dicen los mismo: volveremos.
Mayo de 2025
Tercera edición de la Isla del Rendimiento
Nos reunimos con Nuek para exponer cómo mejoramos el rendimiento de los sistemas financieros con la tecnología BOA, junto a medios especializados.
La tercera edición de la Isla del Rendimiento, celebrada en mayo de 2025, consolidó este encuentro como un foro de referencia para debatir sobre la eficiencia tecnológica y los retos que plantea la gestión del rendimiento en grandes organizaciones.
En esta ocasión, Orizon puso el foco en la problemática que supone el incremento notable de la rotación del software, una tendencia que, según sus análisis, ha pasado del 27% al 43% en los últimos tres años. Esta aceleración en la rotación de código, especialmente en entornos críticos como el mainframe, también empuja exponencialmente el riesgo de errores, regresiones y aumento de la deuda técnica, lo que refuerza la necesidad de una gestión rigurosa del rendimiento.
Uno de los puntos centrales del encuentro fue la presentación del caso de éxito de Nuek, anteriormente conocida como Minsait Payments, que opera en el ámbito global de los medios de pago y cliente que en esta tercera edición se sumó al encuentro. Con una cartera de más de 200 millones de tarjetas activas y colaboraciones con 150 entidades financieras en Europa y América Latina, Nuek es un actor clave en su sector, el de procesamiento de pagos. En un entorno de crecimiento exponencial —la compañía ha cuadruplicado su tamaño en pocos años—, mantener los niveles de servicio y disponibilidad es un desafío técnico de primer orden.
En este contexto, la colaboración con Orizon ha sido estratégica para Nuek. Según explicó Miguel Ángel Prieto, director de Soluciones e Innovación de la compañía, la adopción de la plataforma BOA ha permitido mejorar en más de un 20% el cumplimiento de sus acuerdos de nivel de servicio (SLAs). Pero más allá del resultado cuantificable, Prieto subrayó que lo más relevante ha sido la implantación de una auténtica cultura del rendimiento. “Hoy la exigencia de performance excelente forma parte de nuestro ADN”, afirmó, destacando que esta cultura se integra desde el primer momento del ciclo de desarrollo del software.
La experiencia de Nuek evidencia que incluso en entornos de máxima exigencia y expansión acelerada, es posible mantener altos estándares de eficiencia si se cuenta con la tecnología y la metodología adecuadas. BOA, con sus más de 60 algoritmos de diagnóstico y resolución, permite actuar de forma proactiva en tiempo real, anticipándose a errores, identificando malas prácticas y alineando el comportamiento tecnológico con los objetivos de negocio.
Durante la jornada, Orizon también compartió datos de interés sobre las infraestructuras tecnológicas analizadas en los sectores de banca, seguros y telecomunicaciones. Destacó la enorme concentración de consumo tecnológico en un número muy reducido de componentes. Por ejemplo, en procesos batch, el 0,4% de los procesos consume el 40% de los recursos; y en el entorno online, el 1% de las transacciones representa hasta el 80% del consumo. Estos datos demuestran que las estrategias de optimización deben centrarse en los puntos críticos para maximizar el retorno de la inversión.
En cuanto al mainframe, Orizon alertó de una infrautilización crónica de sus capacidades. Solo la mitad de las empresas analizadas aprovechan los procesadores zIIP, más económicos, y apenas un 20% hace uso intensivo de utilidades como SORT. Esta realidad limita la eficiencia operativa e incrementa costes innecesarios. BOA, al monitorizar con precisión cada componente, permite corregir estas desviaciones y maximizar el rendimiento de infraestructuras ya desplegadas.
Por otro lado, la edición 2025 de la Isla del Rendimiento también sirvió para anunciar el crecimiento previsto de Orizon en este ejercicio, con una facturación estimada de 4,3 millones de euros, un 20% más que el año anterior. Esta evolución se apoya en dos ejes: un nuevo modelo de licenciamiento para su plataforma BOA —más flexible y escalable— y una estrategia de alianzas, como el reciente acuerdo con Minsait (grupo Indra), para expandir su presencia en España, Italia, Portugal y América Latina.
Finalmente, se puso en valor la emergencia del rol del Chief Performance Officer (CPO) en grandes organizaciones. Según Orizon, un 40% de las empresas ya cuenta con perfiles internos dedicados a proyectos de mejora del rendimiento, y se prevé que esta figura esté presente en la mayoría de las compañías con presupuestos tecnológicos superiores a 200 millones de euros en un plazo de tres años. Esta tendencia responde al impacto directo del rendimiento en los costes, la agilidad y la competitividad.
Ángel Pineda, CEO de Orizon, cerró el encuentro con una reflexión que resume el espíritu de esta tercera edición: “el rendimiento ha dejado de ser un parámetro técnico para convertirse en un indicador estratégico”.
Mayo de 2024
Segunda edición de la Isla del Rendimiento
Nos reunimos con Banco Sabadell, BBVA, Banco Mediolanum y Abanca para analizar el rol del rendimiento en la banca, junto a la prensa especializada.
La segunda edición de la Isla del Rendimiento, celebrada también en mayo, representó un salto cualitativo para este encuentro. A diferencia de la primera edición, que tuvo un enfoque más introspectivo y centrado en la visión de la compañía, esta convocatoria se amplió y se invitó a participar a clientes. Concretamente, contamos con la presencia de cuatro entidades bancarias: Banco Sabadell, BBVA, Banco Mediolanum y Abanca. El objetivo fue analizar el papel creciente del rendimiento tecnológico en la operativa y competitividad del sistema financiero español.
Durante el encuentro, quedó claro que el rendimiento se ha convertido en una disciplina crítica para el negocio bancario, especialmente ante los desafíos de eficiencia, cumplimiento normativo, velocidad operativa y experiencia de cliente. La tecnología de Orizon —con su plataforma BOA y su metodología DevPerOps— fue reconocida por los asistentes como un aliado clave para alcanzar estos objetivos.
Banco Sabadell, cliente de Orizon desde 2020, compartió los logros alcanzados en la mejora del rendimiento de sus procesos tanto batch como transaccionales. Joan Barrionuevo, responsable de proyectos IT for IT, explicó cómo habían logrado reducir significativamente el consumo de procesos y mejorar los tiempos de respuesta, incluso en un contexto de crecimiento de la actividad.
Barrionuevo destacó la sistemática implementada para el análisis dinámico del código, que permite detectar ineficiencias justo después de poner en producción nuevas versiones del software, dando más margen de reacción antes de que se vean afectados los usuarios. Esta misma sistemática se ha extendido a entornos no productivos, con el fin de anticiparse a posibles incidencias.
BBVA centró su intervención en la optimización de su infraestructura mainframe, un entorno vital para la operativa diaria del banco. Ernesto Taubman, Head of Special Projects, subrayó que los crecientes volúmenes de transacciones y los exigentes procesos de tratamiento de datos para inteligencia de negocio, cumplimiento y uso de IA, hacen imprescindible una estrategia de rendimiento constante.
Aunque otras tecnológicas habían ofrecido servicios similares, BBVA afirmó que solo con Orizon han logrado mejoras tangibles, gracias a la capacidad de su equipo para aportar recomendaciones eficaces y resultados visibles.
Por su parte, Banco Mediolanum aportó una perspectiva centrada en la experiencia del cliente digital. Miquel Gea Baró, responsable de Arquitectura y Calidad, explicó que hoy en día la instantaneidad es una exigencia: el cliente no está dispuesto a esperar ni un segundo para realizar una operación desde el móvil.
Gea explicó que, tras comprobar que sus herramientas de monitorización no eran suficientes, en 2019 decidieron apoyarse en Orizon y en 2021 implantaron una Oficina Técnica de Rendimiento (OTR) que les permite tener visibilidad completa de sus sistemas y detectar áreas de mejora en tiempo real.
Abanca, representada por Rebeca Cores y José Antonio Fernández, directora de Infraestructura y Operaciones, y director de Transformación IT, respectivamente, abordó la complejidad de gestionar un entorno híbrido que combina mainframe, distribuido y cloud privada.
Cores explicó que el crecimiento de la entidad exigía optimizar todos los componentes tecnológicos y que Orizon había sido seleccionado como socio para mejorar rendimiento, escalabilidad y control de costes. Fernández fue más allá y señaló que en una era dominada por la inteligencia artificial, disponer de una arquitectura preparada para la eficiencia continua es un factor estratégico. En su caso, optimizar el mainframe —que consideran su núcleo de datos— permite avanzar hacia una infraestructura resiliente y escalable.
En paralelo a estas intervenciones, Orizon presentó los avances en su plataforma BOA, con más de 150 indicadores clave (KPI) personalizados y visualizables a través de cuadros de mando adaptados a distintos perfiles, desde técnicos hasta ejecutivos. La evolución de BOA, con su arquitectura cloud, su modelo de captura de datos sin agentes y sus algoritmos de aprendizaje automático, consolidaba a Orizon como referente en la disciplina del rendimiento.
En términos empresariales, Orizon cerró el primer trimestre de 2024 con unas ventas de tres millones de euros, un 87% más que en el mismo periodo del año anterior. Este dato no solo evidenció el crecimiento sostenido de la compañía, sino que reflejaba la creciente importancia que las organizaciones otorgan a la eficiencia tecnológica.
Mayo de 2023
Primera edición de la Isla del Rendimiento
Abordamos el reto del sobrecoste del cloud con nuestra tecnología BOA, acompañados por medios especializados.
La primera edición de la Isla del Rendimiento tuvo lugar en mayo de 2023. El encuentro buscaba fomentar el contacto presencial con los medios de comunicación en un entorno relajado, simbólico y cargado de significado: una isla como metáfora del posicionamiento de Orizon en el mercado, una empresa que ofrece una solución única y completa frente a herramientas parciales y dispersas para asegurar el buen rendimiento de la tecnología.
Durante el encuentro, Orizon compartió sus previsiones de negocio para 2023, que tuvo que revisar a la baja debido a dos factores fundamentales: la escasez de talento especializado para poder empujar el crecimiento de la compañía al ritmo que se tenía previsto y la falta de madurez en las organizaciones para adoptar una estrategia robusta de rendimiento tecnológico, a pesar del interés hacia esta disciplina y a causa, en buena medida, a los recelos dentro de los departamentos de TI.
Para cambiar el rumbo de la primera de estas variables, Orizon anunció el inició de una estrategia de formación interna para crear equipos adaptados a su tecnología disruptiva, BOA.
En Tabarca también se abordó la evolución de BOA, que en su segunda generación ampliaba su capacidad desde sistemas mainframe hasta entornos cloud, gracias a una
inversión de 1,8 millones de euros. BOA 2 se presentó como una herramienta con arquitectura cloud, procesamiento en data lake, algoritmos propios y automatización del 80% de sus funcionalidades, características que le valieron el reconocimiento del CDTI como tecnología altamente innovadora.
En aquella primera edición también se charló sobre las dificultades del mercado en torno a la migración a la nube. Orizon alertó de sobrecostes imprevistos del 45% por replicar ineficiencias existentes en este entorno y especialmente en sectores como banca y seguros, y remarcó la necesidad de una gestión del rendimiento más proactiva.
Justamente fueron las nubes las que no nos permitieron llevar a cabo la actividad lúdica que teníamos previsto desarrollar en esta primera edición: contemplar el firmamento. Porque en el extremo oriental de la isla se encuentra Punta Falcón, un paraje ideal para la observación astronómica y que cuenta, de hecho, con la certificación como “Paraje Starlight”.