La metodología de entrega continua.
Hoy en día las aplicaciones son el mayor activo para las compañías que se enfrentan a la digitalización para una mayor generación de ingresos y una mejora del servicio.
Las nuevas metodologías de entrega continua y la presión para ofrecer nuevas funcionalidades que mejoren el servicio a los usuarios, recortan los tiempos de testing y elaboración de diseños técnicos en detalle, lo que hace que se produzca un ciclo de vida de las aplicaciones más corto.
Los departamentos de negocio necesitan mayor velocidad en el desarrollo de aplicaciones, junto con una mayor flexibilidad en sus contratos de infraestructura:
Las aplicaciones evolucionan de forma continua, gran parte de los componentes, cambian cada año.
Aumenta el volumen de datos de las aplicaciones.
Existe en el histórico un volumen de componentes altamente mejorable.
Se generaran archivos obsoletos. Diariamente se genera información no utilizada por las compañías que impacta en los SLA y el consumo de CPU.