Según IDC, la inversión en TI en España alcanzará los 53.500 millones de euros en 2023 y es un dato conocido que el 40% del gasto en tecnología corresponde al desarrollo y mantenimiento de aplicaciones.
Y también lo es que el 50% de esos desarrollos presentan alguna mala praxis, lo que induce que el margen de mejora en el desarrollo y rendimiento de software es muy grande.
A ello hay que añadir la enorme complejidad que ha traído la migración a la nube, donde en torno al 70% de las organizaciones admite tener una gestión reactiva del cloud, es decir, solo cuando aparecen problemas que afectan a la operativa.
Rendimiento, un mercado todavía inmaduro
Trabajar para mejorar y optimizar el rendimiento del software es sin duda un camino obligado si nuestro objetivo incluye conseguir ahorros de costes garantizando el servicio.
Sin embargo, la mayoría de las organizaciones todavía no cuenta con una cultura de rendimiento madura, que les permita afrontar proactivamente una estrategia para asegurar el rendimiento de su software y de sus infraestructuras.
Parámetros del rendimiento de software:
- Capacidad de ejecución
- Tiempo de respuesta
- Estabilidad/disponibilidad
- Duración de los procesos
- Consumo de infraestructura
El rendimiento del software se refiere a la capacidad para ejecutarse de manera eficiente y efectiva en términos de tiempos de respuesta, estabilidad/disponibilidad, duración de los procesos y consumo de infraestructura. Un software con un buen rendimiento es capaz de procesar grandes cantidades de datos y ejecutar operaciones de manera rápida y sin interrupciones, lo que redundará positivamente en la experiencia de usuario y, en última instancia, en la cuenta de resultados, proporcionando importantes ahorros de costes.
De la reactividad a la proactividad del rendimiento de software
Atendiendo a los factores mencionados podemos medir la madurez de una organización respecto a su gestión del rendimiento del software. En este sentido, se pueden identificar varios niveles:
- desde una organización completamente reactiva, sin monitorización ni procedimientos para proponer mejoras,
- hasta una organización totalmente proactiva que disponga de sistemas de monitorización interconectados, con definición de KPIs globales y procedimientos asociados para una mejora continua del rendimiento.
Pasos hacia la madurez del rendimiento
Para que las organizaciones avancen en su nivel de madurez respecto a la mejora del rendimiento del software, deben contemplar algunas recomendaciones:
1. Establecer un marco de gestión del rendimiento
Definir un marco de gestión del rendimiento que abarque los aspectos clave mencionados; tiempo de respuesta, la estabilidad/disponibilidad, los costes de infraestructuras y el cumplimiento de los SLA batch. Este marco servirá como guía para identificar, medir y mejorar el rendimiento del software.
2. Implementar sistemas de monitorización y determinación de causa raíz
Es esencial, aunque no suficiente, contar con sistemas de monitorización que cubran todas las arquitecturas y permitan obtener datos en tiempo real sobre las distintas ineficiencias, alertas, cuellos de botella y malas praxis que afectan el rendimiento del software. Y, aun contando con herramientas de monitorización y observabilidad, las múltiples capas de arquitectura de los sistemas dificultan tener una trazabilidad de los miles de alertas que se reciben diariamente.
Un paso más hacia la madurez consistirá en ganar
capacidad para identificar falsos positivos y para poder
determinar cuáles son los casos que verdaderamente
impactan en el negocio.
Para poder analizar cientos de miles de procesos y transacciones diarias, y poner en marcha medidas de mejora, Orizon dispone de la Oficina Técnica de Rendimiento (OTR), cuyo conocimiento y experiencia permite identificar las ineficiencias o degradaciones de consumo, llevar a cabo una labor de triaje que determine la causa raíz del problema, y proporcionar la solución a implantar.
3. Definir KPIs globales asociados a negocio
Pero, además, estos sistemas deben estar interconectados y permitir definir KPIs globales, alineados con las prioridades y requerimientos del negocio, que reflejen de manera precisa el rendimiento del sistema y con trazabilidad a los costes de las infraestructuras.
Orizon cuenta con más de 150 KPIs definidos, alimentados y testados en el mercado durante más de quince años, capaces de correlacionar qué componentes técnicos y qué ineficiencias son las causantes del problema.
4. Establecer procedimientos y mejores prácticas en rendimiento
Una organización madura en la gestión del rendimiento contará con un método definido para abordar los problemas asociados a su falta y que permitan evitar la degradación progresiva del entorno.
Establecer procedimientos que definan cómo
identificar ineficiencias, priorizarlas, encontrar causas
raíz, proponer soluciones, implementarlas y analizar y
medir los resultados.
Deberán ser procedimientos ágiles y automatizados, asociados a las subidas de software y a los cambios de comportamiento desde diferentes perspectivas (disponibilidad, tiempos de respuesta, consumo de infraestructura, cumplimiento de SLAs…), a desviaciones de los KPIs de los valores adecuados y razonables para el mercado, y que permitan detectar los problemas rápidamente, evaluar su impacto y ofrecer oportunidades de mejora.
Además, será fundamental establecer mejores prácticas que acompañen y guíen el desarrollo de software de alto rendimiento desde el principio e impidan que vuelva a fallar una vez en producción.
En Orizon contamos con una metodología de corrección y gestión no intrusiva e independiente – DevPerOps – que se inserta en el ciclo de vida de su organización, agregando la capa de rendimiento de la que la metodología DevOps carece. Se trata de un enfoque metodológico propio, mediante el cual se monitoriza, se extrae y procesa información para medir KPIs, se aplican procedimientos en función de los valores y sus variaciones, se diseñan recomendaciones de mejora, se da soporte a la implementación y se miden los resultados.
5. Fomentar la mejora continua del rendimiento
La gestión del rendimiento de TI es un proceso continuo y de aprendizaje constante. Para ello, es fundamental fomentar una cultura de mejora continua en su organización, donde se realice una evaluación constante del rendimiento del software, dónde se identifican las oportunidades de mejora y se implementen las acciones correctivas, haciendo además un análisis posterior de los resultados que alimente la base de conocimiento.
Y esa evaluación no solo ha de hacerse en entornos
previos, donde las pruebas de rendimiento y la
escalabilidad está muy limitada, si no una vez en
producción, donde nos jugamos una caída del servicio,
incumplimientos de los SLAs y, en definitiva, impactos
negativos sobre nuestros costes y reputación.
Para el fomento de la mejora continua, Orizon dispone de su herramienta BOA (Boost & Optimize Applications) que incluye algoritmos de aprendizaje y entrenamiento que ofrecen una gran capacidad de predicción, con base en el know-how acumulado, capacitándola para recomendar con antelación las acciones más adecuadas. Se trata de una plataforma que proporciona visibilidad unificada y detallada de la capa de infraestructura y aplicaciones, capaz de reconocer, correlacionar y resolver problemas de forma continuada y automatizada.
Ventajas de madurar en la gestión del rendimiento
La implantación de un modelo de gestión del rendimiento maduro, basado en la excelencia y la mejora continua, le permitirá obtener una visión completa, unificada y detallada del funcionamiento de las aplicaciones y de su impacto en el negocio.
La mejora de la eficacia, en términos de disponibilidad y tiempo de respuesta, le servirá en su estrategia de fidelización de clientes, ofreciendo un servicio digital plenamente satisfactorio para los usuarios, al tiempo que le permitirá abordar el control presupuestario, ahorrando a la empresa costes en la infraestructura y en las aplicaciones tecnológicas.
✔ Visión completa y unificada de sus IT ✔ Impacto en el negocio ✔ Mejora de la eficacia y eficiencia ✔ Mejor servicio al cliente ✔ Control presupuestario
En resumen
En conclusión, para avanzar en el nivel de madurez respecto a la mejora del rendimiento del software y la infraestructura de TI requerirá establecer un marco de gestión, implementar sistemas, procedimientos y mejores prácticas y fomentar el aprendizaje y la mejora continua.
Para implementar estos pasos precisará no solo de herramientas, sino también de procedimientos y personas cualificadas, con conocimiento y experiencia que ayuden a su organización a identificar y abordar de manera efectiva y proactiva los problemas de rendimiento, optimizando el impacto del software cuando se ejecuta y evitando así las acciones reactivas en producción, cuando el impacto y el coste son mucho mayores.
La metodología, herramientas y expertise de más de 15 años de Orizon le pueden ayudar en el proceso de madurez del rendimiento, permitiéndole reducir los costes de infraestructuras y aplicaciones tecnológicas en un 40% y los consumos y tiempos de respuesta por encima del 25%.
Descubre cómo Orizon te puede ayudar a ganar madurez en la gestión del rendimiento de IT
Avanzar en la madurez del rendimiento TI precisará no solo de herramientas, sino también de procedimientos y personas cualificadas.