Cualquier proceso de fusión crea un entorno de alta exigencia para la tecnología y, en este tipo de entornos, los defectos o errores admitidos hasta ese momento ya no pueden ser asumidos. En estos contextos hay que garantizar que los sistemas destino estarán preparados para ejecutar la migración, es decir, que estarán dimensionados para soportar la carga de información origen y contarán con la capacidad necesaria para procesar con normalidad toda la operativa a partir del día posterior a la migración (D+1).
Para llegar a este objetivo hay que cumplir tres factores clave:
- identificar las limitaciones de capacidad del entorno tecnológico destino
- abordar las adaptaciones y llevar a cabo los cambios necesarios para soportar el incremento de la carga operativa
- y prever el comportamiento del entorno destino mediante el desarrollo de pruebas que simulen una operativa real.
Cuatro ámbitos críticos en los procesos de fusión: infraestructura IT, software, procesamiento batch y online
Actuar sobre esos tres factores implica desarrollar actuaciones en cuatro ámbitos, todos ellos críticos: la infraestructura IT, el software, procesamiento batch y online.
En Orizon llevamos a cabo estas tareas a través de la Oficina Técnica del Rendimiento (OTR) basándonos en nuestra plataforma BOA y nuestra metodología DevPerOps. Mediante esta plataforma, se delimitan las áreas de trabajo en cada uno de estos cuatro ámbitos, se detallan las acciones a realizar y se define el plan de migración para asegurar la operación más eficiente tras la integración.
Infraestructura IT
Respecto a las infraestructuras de destino, el objetivo es determinar en qué medida es necesario incrementar la capacidad para absorber sin incidentes la nueva volumetría y en qué áreas concretas de esa infraestructura es necesaria una ampliación.
Software
En cuanto a los activos de software, es fundamental comprobar si existen limitaciones y, de haberlas, determinar las adaptaciones necesarias para asegurar su funcionamiento correcto y más eficiente una vez que entre nuevamente en producción tras la integración.
Procesamiento batch
Una vez garantizada la disponibilidad de la capacidad de procesamiento adecuada, el objetivo es determinar cómo pueden verse afectados con la nueva volumetría los
Acuerdos de Nivel de Servicio (ANS), uno de los indicadores clave para la mejora continua del rendimiento, acometiendo las acciones de optimización que sean necesarias para asegurar su cumplimiento.
Procesamiento online
En el caso del procesamiento online, lo fundamental es asegurar que, tras el D+1, no se produzcan problemas para atender los picos de demanda del transaccional. Ello requiere un conocimiento detallado y una revisión de las operativas de negocio que más se ejecutan, teniendo en cuenta dos KPIs fundamentales para el negocio –el consumo de recursos de infraestructura y el tiempo de respuesta-, que influyen directa e indirectamente en la cuenta de resultados.
Procesos de fusión tecnológica: 1+1=1,5
Los procesos de fusión suponen un gran desafío y también son una oportunidad para demostrar las enormes ventajas que genera la adopción de un estándar de mejora continua del rendimiento. Cuando se afrontan estos procesos, el factor costes es fundamental y, en el caso de la tecnología, lo que se busca es que 1+1 no sean 3, sino 1,5. Ahí es dónde Orizon juega un papel fundamental, ya que no se trata sólo de que todo el software funcione, sino de que se comporte adecuadamente en un entorno de fuerte exigencia.
Una correcta gestión del rendimiento permite descubrir lo que va mal y las oportunidades de negocio que se pierden y los costes innecesarios que se asumen que, muchas veces, sin el estrés que provoca un proceso de integración, pasan desapercibidos.