A dos bandas: el fútbol y el waterpolo unidos por sus valores.
Hablamos con Luis V. Tamará, director de“Le Craq FC Alicante” y con Israel Pizarro, entrenador del “Club Waterpolo Alicante”
Los deportes de equipo que se juegan con pelota, como el fútbol o el waterpolo, son una actividad ideal para los más jóvenes. Además de divertidos, conllevan una buena dosis de ejercicio físico y promueven el espíritu de equipo.
Luis V. Tamará, director de “Le Craq Alicante”,una compañía alicantina dedicada al crecimiento de futbolistas, añade que esta es una herramienta muy poderosa que une a las personas de todas partes del mundo sin importar su nacionalidad, religión, cultura o color de piel.
“Lo importante es fomentar la motivación desde pequeños para que crezcan con la inquietud por desarrollar una actividad física y, si es con otros niños, mejor”
Como recomendación, Tamará menciona que los padres de familia deben incentivar siempre la actividad deportiva sin que esta sea una obligación, tiene que ser siempre por voluntad para que no se convierta en una carga para el niño o el adolescente.
Bajo el lema «mi cultura es mi entorno» desde Le Craq, se intenta potenciar los puntos fuertes de cada jugador, cubriendo las necesidades individuales con el fin de explotar su talento.
Para Israel Pizarro, entrenador del Club de Waterpolo de Alicante, es importante recordar que no hay un deporte mejor que otro y lo realmente importante es divertirse con el que ha elegido.
En este sentido, es fundamental que la práctica de un deporte esté supervisada por un entrenador que sea especialista en el terreno de juego.
Por otra parte, uno de los objetivos del club es apoyar y fomentar el deporte mixto. “El género no debería ser un impedimento para la práctica deportiva, todo el mundo debe elegir el deporte que desea practicar”
Por último, Pizarro añade que cuando el único objetivo de practicar deporte es la victoria y los logros, este dejará de ser divertido y perderá las ventajas que tiene en quienes lo practican.
Ambos coinciden en que en que tanto en el futbol como en el waterpolo, se propicia el sentimiento de pertenencia a un grupo y valores como el respeto a los demás, la cooperación, el liderazgo y el trabajo en equipo.